петак, 14. август 2015.
On 11:15 by Unknown
Las dos están enamoradísimas. Las dos tienen hijos y quieren agrandar la familia. Luisana, casadísima con Michael Bublé y mamá de Noah (2), está embarazada de 14 semanas. Ara, casadísima con Fabián Mazzei, mamá de Flor y de Toto, analiza adoptar un hijo. Convocadas por L’Oréal Paris para la campaña #MeSientoUnica, se entusiasman por compartir un divertido cruce de experiencias sobre tres clásicos: amor, maternidad y trabajo. Aquí, las confesiones de dos actrices con muchas diferencias, pero una esencia en común.
La rubia que mejor encarna eso de “lo bueno viene en frasco chico” y la morocha, adorada por toda una generación. La que bordea los treinta y la que ya pasó los cuarenta. La que se casó por primera vez en 2010 y la que va por el tercer matrimonio. La madre que debuta y la experimentada. Actrices y mujeres definidas, Araceli (48) y Luisana (28) pueden no tener nada en común... y también mucho. Dependerá de la óptica.
Apasionadas, trabajan desde chicas, nadie les regaló nada y lo lograron todo. Aprendieron del amor y sus vericuetos, y hoy hacen de la maternidad un culto. Son una edición limitada.
Y por eso de sentirse (y saberse) singulares, hoy protagonizan la nueva campaña de L’Oréal Paris, #MeSientoUnica. En eso las encontramos para una charla sobre esos temas clásicos que importan, preocupan –¡y ocupan!– a todas: trabajo, hijos y amor.
Entonces, entre toma y toma, sentadas en la cama de la habitación 319 del hotel Intercontinental de Nordelta, entre maquillaje y cambio de ropa, la charla se convierte en un entretenido intercambio pleno de coincidencias. Allá vamos.
–Primero, el leitmotiv: ¿qué las hace sentir únicas?
Araceli: Lo que elijo ser en la vida. Desde mi trabajo hasta la maternidad, pasando por mi marido. Alguien que me respeta y me cuida me hace sentir única. Creo que nuestro entorno –la gente entre la que nos movemos– tiene que ver con el respeto hacia una misma. Las decisiones que tomamos (como la que está tomando Luisana, de tener otro hijo) nos hacen sentir únicas. ¿De cuánto estás, Lu?
Luisana: De 14 semanas y ¡muy feliz! Veremos si es mujer o varón... Porque una médica me dijo “cien por ciento varón”, y la otra, “cien por ciento nena”. ¡No sé a cuál creerle!
A: ¡¿Se dan cuenta que Luisana podría ser mi hija?!
L: ¡Nooo! ¿Sí?
A: ¡Claro! ¡Flor tiene 26! Y diría que los afectos y las cuestiones más genuinas de la vida son lo que nos hace sentir únicas.
L: Totalmente. Es claro que la belleza pasa por el interior de cada una. Si te sentís interiormente una diosa, salís a la calle súper segura. Y eso hace que la gente te mire. Entonces, por sentirte mirada, te sentís más sexy y más linda. Es un círculo. Si te sentís bien espiritualmente, ¡ya está! Vas bien por la vida.
Araceli: Lo que elijo ser en la vida. Desde mi trabajo hasta la maternidad, pasando por mi marido. Alguien que me respeta y me cuida me hace sentir única. Creo que nuestro entorno –la gente entre la que nos movemos– tiene que ver con el respeto hacia una misma. Las decisiones que tomamos (como la que está tomando Luisana, de tener otro hijo) nos hacen sentir únicas. ¿De cuánto estás, Lu?
Luisana: De 14 semanas y ¡muy feliz! Veremos si es mujer o varón... Porque una médica me dijo “cien por ciento varón”, y la otra, “cien por ciento nena”. ¡No sé a cuál creerle!
A: ¡¿Se dan cuenta que Luisana podría ser mi hija?!
L: ¡Nooo! ¿Sí?
A: ¡Claro! ¡Flor tiene 26! Y diría que los afectos y las cuestiones más genuinas de la vida son lo que nos hace sentir únicas.
L: Totalmente. Es claro que la belleza pasa por el interior de cada una. Si te sentís interiormente una diosa, salís a la calle súper segura. Y eso hace que la gente te mire. Entonces, por sentirte mirada, te sentís más sexy y más linda. Es un círculo. Si te sentís bien espiritualmente, ¡ya está! Vas bien por la vida.
–¿Influye la mirada de los demás?
A: Puede ser. El tema es cómo tomarla. En una época, cuando yo era más joven... (Luisana interrumpe)
L: ¡Sos joven!
A: Bueeeeno... ¿Sabés lo que me dijo Susana una vez? (grita imitando el reto de la diva)“¡Dejá de decir que sos vieja!”. Y yo le contesté: “No digo que soy vieja. ¡Digo mi edad!”. Y siguió: “Entonces dejá de decir tu edad. Mentí”. Ja, ja, ja. A lo que voy es a que, cuando yo era más joven, la mirada de los otros afectaba mi modo de actuar. Hoy, después de muchos años de terapia y de reconocerme como persona, ya no influye en lo que hago. Y cuando en Instagram y Twitter me tiran onda negativa, lo más maravilloso es... ¡el bloqueo! En la vida una va aprendiendo a bloquear a la gente que hace daño. Yo aprendí.
L: En las redes sociales yo leo los buenos y los malos comentarios. A veces, frente a los malos, digo: “Uh, ¡cómo le contestaría!”. En general no bloqueo. Ahora, si es algo re zarpado o si los fans se pelean (porque tengo guerras feroces), entonces lo borro. Entiendo que hay gente que te quiere y otra que no. Me gustan las redes sociales, porque me permiten estar muy en contacto con la gente.
A: Puede ser. El tema es cómo tomarla. En una época, cuando yo era más joven... (Luisana interrumpe)
L: ¡Sos joven!
A: Bueeeeno... ¿Sabés lo que me dijo Susana una vez? (grita imitando el reto de la diva)“¡Dejá de decir que sos vieja!”. Y yo le contesté: “No digo que soy vieja. ¡Digo mi edad!”. Y siguió: “Entonces dejá de decir tu edad. Mentí”. Ja, ja, ja. A lo que voy es a que, cuando yo era más joven, la mirada de los otros afectaba mi modo de actuar. Hoy, después de muchos años de terapia y de reconocerme como persona, ya no influye en lo que hago. Y cuando en Instagram y Twitter me tiran onda negativa, lo más maravilloso es... ¡el bloqueo! En la vida una va aprendiendo a bloquear a la gente que hace daño. Yo aprendí.
L: En las redes sociales yo leo los buenos y los malos comentarios. A veces, frente a los malos, digo: “Uh, ¡cómo le contestaría!”. En general no bloqueo. Ahora, si es algo re zarpado o si los fans se pelean (porque tengo guerras feroces), entonces lo borro. Entiendo que hay gente que te quiere y otra que no. Me gustan las redes sociales, porque me permiten estar muy en contacto con la gente.
–Luisana, estás casada desde marzo de 2011 –con el cantante canadiense Michael Bublé (39)–. Y, vos, Araceli, desde diciembre de 2013 –con Fabián Mazzei (49)–. ¿Cuánto suman los maridos en esto de sentirse únicas?
A: Mucho. Es que engordamos, hay temas hormonales... Los mimos son importantes. Fabi es súper sensible y eso, simplemente, me hace feliz. Cuida todo lo que tiene que ver conmigo. Sabe cuando no estoy bien y necesito un ratito sola para que se me pase. Sabe lo que me hace bien y lo hace para verme feliz. ¡Voy por mi tercer matrimonio! Te puedo dar clases, Luisana. Ja, ja, ja. Creo que haber pasado por tanto me hace ser quien soy... ¡y haberme casado con Fabi!
L: Para mí es parecido. Ahora que estoy embarazada, tengo días en que me siento fea, gorda... Y Mike cree más en mí que yo misma. Siempre y en todo sentido. Confía en mí como actriz, como mujer. Yo a veces puedo ser muy crítica conmigo.
A: En esta profesión estás muy expuesta, todo el tiempo. Por eso uno se vuelve muy autocrítico.
A: Mucho. Es que engordamos, hay temas hormonales... Los mimos son importantes. Fabi es súper sensible y eso, simplemente, me hace feliz. Cuida todo lo que tiene que ver conmigo. Sabe cuando no estoy bien y necesito un ratito sola para que se me pase. Sabe lo que me hace bien y lo hace para verme feliz. ¡Voy por mi tercer matrimonio! Te puedo dar clases, Luisana. Ja, ja, ja. Creo que haber pasado por tanto me hace ser quien soy... ¡y haberme casado con Fabi!
L: Para mí es parecido. Ahora que estoy embarazada, tengo días en que me siento fea, gorda... Y Mike cree más en mí que yo misma. Siempre y en todo sentido. Confía en mí como actriz, como mujer. Yo a veces puedo ser muy crítica conmigo.
A: En esta profesión estás muy expuesta, todo el tiempo. Por eso uno se vuelve muy autocrítico.
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UNA CARRERA IMPARABLE
Luisana Loreley Lopilato nació en Buenos Aires un 18 de mayo de 1987, desde sus primeros años de edad sintió que su vocación era la de actuar, bailar y cantar. Dueña de una belleza única y con una mezcla de chica de barrio y nena inocente con un gran talento actoral, logró desde muy pequeña hacerse un nombre en la televisión argentina. Su carrera comenzó desde muy chica por el año 1992 haciendo comerciales, desfiles y producciones de fotos para marcas muy importantes para chicos. Su primera aparición en la pantalla grande fue con un papel en la película “Un amor en Moisés Ville” (1997). En 1999 de la mano de la productora Cris Morena, siendo apenas una niña queda seleccionada para ser parte del elenco de la tira televisiva “Chiquititas,” a partir de ese momento su vida daría un giro importante.
Camino al estrellato
En el año 2000 continuó con el éxito de Chiquititas. Al año siguiente forma parte no solo del nuevo año televisivo Chiquititas si no que también del elenco de la película “Chiquititas, Rincón de luz” filmada en Villa la Angostura. En 2002, paso de niña a adolescente y, otra vez de la mano de Cris Morena, se transformó en una de las protagonistas de “Rebelde Way”. Así llegó la gran explosión de Luisana tanto en su rol de actriz como en el de cantante, ya que del argumento de la tira nace la banda Erreway, que tiene a Luisana entre sus miembros. Erreway le permitió a Luisana grabar tres discos y recorrer el mundo, de esta manera consiguió que su fama trascienda las fronteras de Argentina. Al igual que pasó con “Chiquititas”, “Rebelde Way” tuvo su versión en cine, llamada “Rebelde Way, Cuatro caminos” (2004). El éxito en “Rebelde Way” la introduce en el mundo de la moda, donde Luisana empieza a ser solicitada por las principales revistas y marcas de ropa.