среда, 4. фебруар 2015.

On 12:34 by Unknown
Puro empuje. Eso es Luisana Lopilato. No por nada se ha convertido en una de las argentinas más influyentes de sugeneración, algo que hoy, en la era de Twitter, Instagram y Facebook, puede medirse en seguidores (más de 4 millones), corazones y likes (en promedio, 20mil por foto).
En las redes sociales se ubica a la par de personalidades como Marcelo Tinelli, pero a ella no le interesa. Fue niña actriz de comerciales, favorita de Cris Morena y la “Lolita” de Casados con hijos. Todavía era una adolescente y Luisana ya tenía una carrera con la que muchos sueñan. Pero lejos de parar y dormirse en los laureles, el empuje y la fuerza natural la hicieron dar el salto necesario para convertirse, definitivamente, en una actriz adulta; nada fácil para quienes crecen frente a las cámaras.
Y como sucede a veces en la vida, todo le llegó de golpe. Fue cuando estaba recién casada y embarazada de su primer hijo (Noah, de 1 año), cuando le llegó el papel que hizo la diferencia, en la serie En Terapia, con Diego Peretti, donde se puso en la piel de una joven enferma de cáncer y hace poco la vimos en el cine con Las insoladas, película de Diego Taretto en la que compartió cartel con Carla Peterson y Violeta Urtizberea, entre otras actrices reconocidas. Y en febrero de 2015 la espera un gran papel en el film Los que aman odian,donde la dirigirá Alejandro Masci.
Ahora, a los 27 años, se reparte entre Los Ángeles, Canadá y Buenos Aires; la maternidad, la carrera y la vida en pareja. La clave está, dice, en saber organizarse.



Siempre fuiste muy familiera, ¿cómo estás llevando la distancia?
No se siente tanto porque ellos viajan un montón avisitarnos. Además, hablamos por Skype o FaceTime todos los días. Y de la misma manera, cuando no estamos en Canadá, la familia de Mike viene. Con mi marido también pasamos algún tiempo separados, entonces la tecnología se vuelve fundamental. Son dos semanas como máximo, pero esos días dormimos todas las noches juntos por Internet; dormimos conectados.

¿Por Skype?
Por FaceTime, que no se corta en el medio de la noche. Está bueno porque por ahí uno se levanta a la madrugada para ir al baño y ve que el otro está ahí. Y sí, es un bajón tener que dormir con la computadora prendida,pero es una manera de estar cerca. Aprovechamos tener hoy esa posibilidad. Por ejemplo, en la familia de Mike son pescadores, y el papá siempre cuenta que él se tenía que ir a pescar por 6 meses, no veía a los chicos y no había forma deestar en contacto.
Pero con la computadora, aunque estés lejos, no te perdés denada. Te acerca.

Sos una de laspersonas con más seguidores en Twitter del país, ¿cómo se dio el fenómeno?
Me gusta mucho todo lo que es redes sociales. Me divierte hacerlo y también es una manera de estar conectada con la gente de acá, seguir mostrándoles lo que me pasa aunque esté lejos y no perder esa conexión. Se fue dando, no hubo un plan.


¿Estás 24 horas online?
Sí, absolutamente. Cuando tenés un hijo no podés estar desconectada. Y también está mi familia, que como vivo afuera se tienen quepoder comunicar conmigo. Pase lo que pase, yo tengo que estar siempre conectada. Así que pongo en silencio, y si me llaman en el medio de la película y es alguien de mi familia con algo importante, salgo y atiendo. Siempre voy alugares en los que haya buen Internet, es algo que pregunto de antemano. Viviendo lejos, para mí, Internet es  fundamental.


En las redes socialesse ven situaciones muy íntimas de tu vida, ¿cuál es el criterio para decidir qué mostrar y qué guardarse?
No sé, no hay un criterio. Obviamente no muestro todo, perocon mi hijo me pasa algo diferente; es tan lindo que me dan ganas de mostrarlo,quiero que lo vea todo el mundo. Además la decisión de empezar a mostrarlo (porque al principio no queríamos), pasó porque afuera de Argentina, en Estados Unidos o Canadá, los paparazzi pueden tomar fotos de los menores y no se les tapa la cara como acá. Así que decidimos empezar a subir fotos como una manerade presentarlo nosotros y terminar con la intriga.


¿Allá se vive mucho el acoso de la prensa como acá?
Sí, sí, es igual. Tenés fotógrafos en la puerta de tu casa.Pero no me molesta para nada, es parte de mi vida. Todos son siempre muy respetuosos. Si pido que no me saquen fotos, no me sacan, sobre todo afuera. Acá capaz es más difícil porque no hay tantos fotógrafos, son pocos, y necesitan tener sí o sí esa imagen, es diferente. Allá capaz no peligra tanto su trabajo.


¿Sos de buscarte enGoogle?
No. Me meto en mi Web, leo los mails, el Instagram o el Facebook, pero no me googleo ni me fijo cuántas vistas tuvo una publicación. No me preocupa ni me importa la repercusión que tengan las cosas que subo, lo hago porque me gusta, me divierte. De hecho recién hace poco aprendí que los corazones de Instagram se van acumulando y suman “likes”. No es algo en lo que me fije. 


Aqui estan las fotos!



Fotos: Christian Beliera
Estilismo: Wendy Aquilante